Hay personas que lo llaman suerte, pero no creo en eso. Creo en la constancia, en el deseo de una niña perdida, con miedo a lo desconocido, creo en la superación, en la ilusión de crear, en centrarme en cada proyecto para dar lo mejor de mi.

Cuando todo empezó sólo tenía un mar de preguntas rondando en mi cabeza, muchas de ellas poco a poco las voy resolviendo, otras las resolveré con el tiempo.

Cada día es un reto, es una lucha diaria por conseguir que tú, al ver mi trabajo, sonrías y cuando pase el tiempo y vuelvas a mirarlo sonrías de nuevo.

Ahora puedo decir que más de siete años de experiencia me avalan y seguiré trabajando con el único objetivo de emocionarte y ayudarte a guardar tus mejores momentos para siempre.